Trabajé 8 días y renuncié por acoso: ¿tengo derecho a cobrar?
De Fierro Extranjería
La respuesta que muchos trabajadores migrantes necesitan leer hoy.
Conductor nacional. Ocho días de trabajo. Turnos de más de doce horas, llamadas constantes mientras estaba en el baño o descansando. Me vigilaban por GPS. No aguanté. Renuncié. Han pasado cuatro meses. ¿Puedo reclamar mi sueldo?
Sí. Tienes derecho a cobrar.
Y no, no tenías la obligación de preavisar.
Ahora lo explicamos con la seriedad jurídica y el respeto que tu historia merece.
Un contrato, por corto que sea, genera derechos laborales
El hecho de haber firmado un contrato laboral en España, aunque solo fuera por ocho días, activa automáticamente la protección del Estatuto de los Trabajadores. Desde ese instante, se reconoce tu derecho a salario, descansos, jornada máxima y un trato digno. No hay excusas. Si trabajaste, deben pagarte. Si hubo horas extra, deben reconocerse. Y si no lo hacen, no es una omisión: es una infracción grave.
La ley laboral no relativiza la dignidad según la duración del contrato.
El GPS no autoriza acoso ni control abusivo
El control por geolocalización puede utilizarse con fines logísticos, pero nunca para presionar o humillar. Si durante tus pausas legales para comer, descansar o ir al baño, recibías llamadas recriminándote por detenerte, ese patrón de conducta se considera hostigamiento laboral.
Este tipo de vigilancia desmedida afecta la salud mental y la autonomía del trabajador, y puede constituir una forma de coacción o acoso laboral encubierto. La dignidad del trabajador no se mide en kilómetros recorridos ni en minutos de pausa.
Renunciar por presión no requiere preaviso
En circunstancias normales, se recomienda avisar con antelación. Pero cuando existe una causa grave —acoso, abuso, hostilidad, presión psicológica—, el preaviso no es exigible. Y legalmente puede considerarse una baja justificada sin penalización.
Si renunciaste por agotamiento emocional, estrés o porque el entorno laboral era tóxico, tu salida del trabajo no anula tu derecho a cobrar, ni puede utilizarse para castigarte.
Han pasado cuatro meses: aún estás a tiempo
El Estatuto de los Trabajadores establece un plazo de un año para reclamar salarios impagados o indemnizaciones por daños laborales. Si han pasado cuatro meses, sigues dentro del plazo legal. Pero cada día que pasa juega en tu contra. No esperes más.
Tienes los mismos derechos que cualquier trabajador español
Ley reconoce la plena igualdad de derechos laborales para trabajadores extranjeros con autorización de residencia o trabajo. Tu nacionalidad, tu contrato de corta duración o tu situación migratoria no anulan tus derechos laborales.
Trabajaste, cumpliste, soportaste… ahora toca exigir lo que es justo.
En De Fierro Extranjería, te lo decimos sin rodeos:
Tu caso no es una excepción. Es el reflejo de lo que viven muchos trabajadores migrantes: abuso, silencio y temor. Pero ni el abuso es normal ni el silencio es tu única opción.
Trabajar ocho días no te hace menos trabajador.
Y abandonar una situación abusiva no te quita derechos.
Te ha servido esta información? Comparte este artículo con quien lo necesite.

Solicita tu consulta
No dejes que la burocracia te detenga. Te ayudamos a navegar el proceso migratorio de manera eficiente y efectiva.